Formas de pancreatitis: leve, grave, dolorosa e indolora

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La pancreatitis es una enfermedad grave, cuyo desarrollo se acompaña de dolores agudos, fiebre, cambios en la frecuencia cardíaca, vómitos y otros síntomas igualmente complejos. Con formas particularmente graves de la enfermedad, puede haber confusión, delirio e incluso alucinaciones. Debe notarse que sin otras enfermedades y dolencias de los órganos digestivos, la nubosidad de la mente no se observa.

Sin embargo, no es necesario que todos los síntomas anteriores estén presentes en el desarrollo de la pancreatitis. La enfermedad puede manifestarse de varias formas, entre las cuales es habitual aislar leve, dolorosa y severa.

Con una forma leve de pancreatitis, generalmente se observa una condición mórbida en la región del páncreas. A menudo hay vómitos y náuseas. Sucede que el dolor se da en la espalda o "cede" todo el cuerpo. Otro síntoma de una forma leve de pancreatitis es un abdomen hinchado, pero es suave y no demasiado doloroso. También debe prestar atención a la palidez característica de la piel y al pulso rápido, generalmente acompañado de una disminución de la presión arterial.

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La forma dolorosa de pancreatitis indica una etapa grave de la enfermedad. En este caso, el dolor actúa como su principal indicador. Su causa es el proceso de descomposición de los tejidos de la glándula, o más bien su muerte bajo la influencia de enzimas digestivas. Cuanto más profundo era este proceso, más agudo y fuerte era el dolor.

Como regla general, en un estado de gravedad moderada, hay dolor agudo en la glándula, hinchazón, hinchazón, náuseas y vómitos. Las personas enfermas tienden a tomar una posición de rodilla-codo, en la que el dolor se vuelve un poco más fácil de soportar.

La forma grave de pancreatitis se acompaña de dolor agudo, cuya intensidad, incluso bajo la influencia de fuertes medicamentos para el dolor, disminuye solo por un corto tiempo. Al mismo tiempo, la presión disminuye, la temperatura corporal aumenta y la frecuencia del pulso aumenta a ciento veinte latidos por minuto. La respiración del paciente se altera, se puede oír sibilancia en los pulmones.

Una afección grave puede desarrollarse tan rápidamente que una persona enferma ni siquiera tiene tiempo para buscar ayuda médica. Muy a menudo, esto les sucede a los hombres jóvenes que toman alcohol y lo comen con alimentos grasos y abundantes.

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