La mayoría de los neoplasmas en el estómago son de naturaleza maligna. En las etapas iniciales de la aparición de un tumor estomacal, el paciente no nota ningún síntoma. En algunos casos, son posibles náuseas leves y sensaciones no demasiado agradables en la cavidad abdominal.
Algunos médicos erróneamente ponen un diagnóstico como gastritis por estos motivos. Sin embargo, las quejas del paciente pueden revelar una cierta sintomatología, que es evidencia de la presencia de una neoplasia. El paciente puede quejarse de una sensación constante de debilidad y un aumento en la temperatura corporal de naturaleza inexplicable.
El apetito del paciente disminuye, puede haber disgusto por comer. Como resultado de este síntoma, una persona comienza a perder peso bruscamente. Perder peso se acompaña de blanqueamiento de la piel, que no es causada por otras dolencias.
El estado mental del paciente también experimenta cambios: poco a poco pierde el interés en la vida, alrededor de las personas y la actividad laboral, se vuelve apático y apático.
Además, puede haber signos que indiquen una lesión del órgano con un tumor. Se trata de una sensación constante o periódica de pesadez en el estómago, sensaciones de su desbordamiento. El paciente puede sentir sensaciones desagradables en esta área y, en algunos casos, náuseas.
En presencia de una neoplasia, pueden ocurrir complicaciones, que se expresan en hemorragia interna. En este caso, los síntomas de un tumor estomacal cambian: el paciente siente una debilidad aguda, a veces llega a un estado inconsciente, tiene vómitos, en los que puede ver coágulos de sangre. La silla adquiere un tono negro. Cuando aparecen tales signos de un tumor estomacal, debe buscar ayuda médica de inmediato.
Cuando el tumor se rompe y el contenido entra al cuerpo, se puede desarrollar peritonitis, cuyos signos se expresan en dolor intenso, tensión en la cavidad abdominal y temperatura elevada. Esta complicación también requiere la intervención de un médico.
Tratamiento de los síntomas de un tumor estomacal
El pronóstico de los tumores malignos del estómago es muy desfavorable. El único tratamiento efectivo para los síntomas tumorales es la intervención quirúrgica. La cantidad exacta de tratamiento depende del tamaño de la neoplasia y del número de metástasis.
En etapas graves, es posible eliminar no solo el estómago afectado, sino también el páncreas, así como algunas partes del hígado( en este caso, se realizan los llamados procedimientos quirúrgicos combinados).Después de la extracción, la neoplasia se somete a un examen histológico para la posterior administración de quimioterapia.
Cabe señalar que la quimioterapia como método de tratamiento independiente no produce resultados efectivos. La terapia medicamentosa para los síntomas del cáncer es productiva solo después de la cirugía. Con la quimioterapia, un especialista puede recetar mitomicina, irinotecán y otras drogas. Simultáneamente con esta medida, se puede prescribir radioterapia, lo que puede mejorar la efectividad del tratamiento.
Se debe prestar especial atención al régimen dietético cuando hay síntomas de tumores estomacales. La eliminación del estómago puede provocar alteraciones en la asimilación de nutrientes. Después de la operación, el médico designa al paciente varios microelementos, en particular, hierro y calcio.
Después de la cirugía, los pacientes deben ser observados regularmente con un especialista. Cada pocos meses, es necesario realizar pruebas para prevenir una recaída del tumor a tiempo. Durante los primeros años, los pacientes regularmente realizan un análisis de sangre general y bioquímico para identificar los síntomas de recaída.