La enfermedad gastrointestinal más común es la gastritis. Tiene muchas especies, pero todas ellas se caracterizan por daño a la membrana mucosa del estómago y el tracto intestinal. Pero la diferencia entre la gastritis por alcohol y otros tipos de esta enfermedad radica en la derrota de la mucosa no asociada con la inflamación. El consumo prolongado o en grandes cantidades de alcohol va acompañado de una mayor producción de ácido clorhídrico e interrumpe la circulación de la pared gástrica. Como resultado, la reproducción del jugo gástrico se interrumpe, la función motora se inhibe, lo que lleva a la muerte de las células de la membrana mucosa, el cese de la actividad de las glándulas del estómago.
Síntomas de la gastritis alcohólica
Los síntomas de la gastritis alcohólica aparecen con la ingesta prolongada de alcohol, y algunas veces incluso una sola vez, pero en una cantidad muy grande. Los signos de gastritis en la intoxicación por alcohol son los siguientes:
- Trastornos de la función digestiva, acompañados de molestias y dolores en la parte superior del abdomen.
- Acidez y eructos.
- Vómitos con restos de moco y bilis.
- Diarrea o estreñimiento.
- Sensación de sed constante.
Los síntomas de la enfermedad pueden aparecer gradualmente, pero si no se les presta atención, existe un curso crónico de la enfermedad con la posibilidad de hemorragia interna, desarrollo de una úlcera e incluso cáncer. Los factores que contribuyen al desarrollo de la gastritis alcohólica incluyen el exceso de trabajo del cuerpo, tanto física como neuropsicológicamente, el tabaquismo, la falta de un descanso adecuado. También provocar el desarrollo de la enfermedad desequilibrada nutrición irracional, comer en exceso, acompañado de la obesidad, las características hereditarias del cuerpo.
Tratamiento de la gastritis alcohólica
La capacidad de las células del estómago de recuperarse rápidamente con el tratamiento adecuado sugiere que la gastritis alcohólica se puede curar y con una perspectiva favorable para el futuro. El tratamiento comienza con un rechazo total de alcohol y tabaco durante el período de tratamiento. Las acciones adicionales dependen de la forma de gastritis( aguda, crónica) y también del nivel de acidez( aumentada o disminuida).La forma aguda de la enfermedad requiere la dieta más estricta durante las primeras dos o tres semanas.
En los dos primeros días, se recomienda una abstinencia casi total de los alimentos, limitándonos a aceptar té débil, calentado a 37 ° C de agua mineral y observando el equilibrio hídrico. Más adelante en el menú hay sopas frotadas, cereales, mermelada, con la excepción de alimentos fritos, picantes, ahumados y salados. Con una acidez reducida, es posible incluir aves y pescados hervidos, frutas cocidas y verduras hervidas en la dieta. Con una acidez alta, se recomienda no comer alimentos que contengan fibra gruesa, verduras encurtidas y encurtidos. Para preparar papillas machacadas, use arroz, alforfón y mango. En cualquier caso, con la gastritis por alcohol, como con otros tipos de gastritis, la nutrición debe ser necesariamente dividida y llevada a cabo de una manera estrictamente prescrita.
En caso de curso agudo de la enfermedad, acompañado de vómitos intensos, la deshidratación del cuerpo prescribe un tratamiento médico y, si es necesario, se recomienda el tratamiento hospitalario. Cabe señalar que en la fase de remisión con la desaparición de los síntomas de la gastritis alcohólica, el tratamiento debe continuar y excluir categóricamente el alcohol, incluso en pequeñas dosis. El diagnóstico de la enfermedad se lleva a cabo mediante un examen externo del paciente, basado en sus quejas, así como en pruebas de laboratorio, que incluyen análisis bioquímicos y análisis de sangre en general, análisis de orina y heces. Los métodos instrumentales de investigación también se usan.