En la gran mayoría de los casos, tanto la pancreatitis aguda como las exacerbaciones crónicas se tratan en un hospital quirúrgico. Debido a que el dolor a veces puede ser lo suficientemente fuerte, lo primero que se le ofrece al paciente es una inyección anestésica o un cuentagotas para el páncreas. Usualmente se usan espasmolíticos para esto - no-shpa, baralgin, etc. Para eliminar el dolor con pancreatitis aguda es necesario, porque con frecuencia con tales ataques el paciente recibe un shock de dolor.
Sin embargo, una serie de cuentagotas del páncreas no se limita solo a los anestésicos. En relación con el hecho de que en los primeros días un paciente con dicho diagnóstico presenta la inanición completa, para mantener la vitalidad, se lo coloca con goteros con glucosa y para evitar la deshidratación con solución salina fisiológica.
Un cuentagotas para la pancreatitis es una parte extremadamente importante del tratamiento. Ayuda a entregar los medicamentos necesarios al cuerpo del paciente, evitando el tracto digestivo, lo que multiplica la velocidad del impacto y la efectividad. Es por eso que en aquellos casos en los que realmente necesita ayuda de emergencia, esta es la forma en que usa medicamentos. Otro punto importante es que la medicación a través del cuentagotas ingresa al cuerpo del paciente muy lentamente, por lo que la concentración deseada en la sangre se logra fácilmente y persiste durante un tiempo prolongado, lo que aumenta simultáneamente la eficacia del fármaco administrado y reduce los efectos secundarios que puede provocar.
Otra función de un gotero para la pancreatitis es calmar el páncreas y dejarlo descansar. Para ello, es necesario suprimir la producción de enzimas por parte del organismo lo antes posible y eliminar del cuerpo las que ya se han producido, pero que no han encontrado uso debido a la inflamación que ha surgido. Típicamente, los pacientes con pancreatitis ingresan trasilol, contador y otras drogas de efecto similar. Además, en casos especialmente descuidados( con formas extremadamente graves de inflamación pancreática), se puede prescribir la administración por goteo de antibióticos para prevenir la propagación de la infección.
La duración de tal terapia puede ser diferente. Por lo general, con formas leves, de tres a cuatro días son suficientes, combinados con la inanición completa, pero a veces el tratamiento en el hospital se extiende durante varios meses, incluida la administración intravenosa.