Enteritis tiene varias formas, que se debe a la presencia de varios factores. Los principales para la enfermedad son formas agudas y crónicas.¿Cuáles son las características de cada uno de ellos?
La forma aguda de la enfermedad aparece en caso de infección del tracto gastrointestinal con una enfermedad infecciosa. Además, la razón del inicio del desarrollo del tipo de enteritis aguda es la intoxicación alimentaria grave, la reacción alérgica a los alimentos, etc. La cavidad de la mucosa del intestino delgado comienza a hincharse, aumentar y su funcionalidad secretora aumenta. En casos severos, pueden aparecer hemorragias locales y heces con impurezas sanguíneas. Un rasgo característico del tipo agudo de la enfermedad es la presencia de fuertes sensaciones dolorosas en la zona periapical. En este caso, se produce diarrea, se produce el vómito y aumenta la temperatura del cuerpo.
La forma aguda de enteritis se divide por localización en: duodenitis, yeyunita e ileítis. De acuerdo con el grado de las lesiones, se distinguen los tipos catarrales, fibrosos, purulentos y úlcera necrótica de la enfermedad. En la enfermedad catarral, la inflamación se observará no solo en la mucosa, sino también en la submucosa. Hinchazón mucosa, hay pequeña erosión y hemorragia. Con la enteritis fibrosa en la mucosa hay superposiciones de una película que tiene un color gris o marrón grisáceo. La superficie del colon es necrótica y se manifiesta una inflamación croupous.
La forma crónica de enteritis no surge como una enfermedad independiente y es un desbordamiento de tipo agudo. Las formas de enteritis crónica son atróficas y no atróficas. El último tipo se caracterizará por un índice desigual del grosor de las vellosidades localizadas en las secciones distales, así como por la aparición de engrosamientos clavados.
Enteritis eosinofílica
La etiología de esta forma de la enfermedad aún se desconoce. La lesión se dirige a la cavidad del estómago, el intestino delgado y grueso. Un rasgo característico es la aparición de un infiltrado eosinófilo, en la superficie de las paredes intestinales sin los síntomas de vasculitis. Esta forma de la enfermedad comienza a reaparecer y sus síntomas son muy diversos. Dependiendo de qué capa de la pared tenga la mayor lesión, se distinguen tres subespecies principales:
- La aparición de lesiones en la mucosa dará lugar a anemia por deficiencia de hierro, esteatorrea moderada y enteropatía exudativa. La principal manifestación es una violación del proceso de absorción e intolerancia a ciertos alimentos.
- Si la membrana muscular se ve afectada predominantemente, se observa engrosamiento y rigidez de las paredes gástricas y la parte proximal de la cavidad del intestino delgado. También es posible la obstrucción intestinal y la estenosis del píloro.
- Los ganglios superseros se ven afectados en la manifestación de la ascitis con eosinofilia.
Vale la pena señalar que la posibilidad de una recaída de esta forma de enteritis debido a la reacción alérgica alimentaria se reduce a menos del 20% de los casos. Predominantemente, con la enteritis eosinofílica, hay sensaciones dolorosas en la región abdominal, diarrea y un aumento en el nivel de inmunoglobulinas. En el tratamiento de esta forma, los glucocorticoides se utilizan como medicamento principal, en forma de un medicamento auxiliar: Kromolin y Ketotifen. Si hay una obstrucción intestinal, se realiza un procedimiento quirúrgico.