El páncreas, en el curso de su actividad, libera enzimas específicas que promueven la digestión sin obstáculos de los alimentos. Sin embargo, hay ciertas patologías por las cuales la producción de enzimas en el duodeno, que es responsable de la digestión, cesa, y dado que su actividad no se detiene por un minuto, comienza el proceso de autólisis: la descomposición del páncreas. Las causas de este proceso pueden ser una serie de factores, como infección, alcoholismo, trastornos metabólicos y algunos otros.
Muy a menudo, la razón por la cual el hierro se descompone es la formación de cálculos, ya que obstruyen los conductos de la glándula, por lo que la salida de las enzimas resulta imposible. Tal enfermedad no ocurre de manera asintomática, por lo tanto, en caso de tratamiento oportuno para ayuda médica, el proceso de descomposición del páncreas se puede detener antes de que se vuelva irreversible.
La pancreatitis crónica también contribuye a la autólisis del páncreas. Por otra parte, en el contexto de la enfermedad, el proceso patológico a menudo avanza lenta y asintomáticamente, lo que provoca el desarrollo de la diabetes mellitus. En la mayoría de los casos, esto ocurre en el contexto de una pancreatitis complicada por otras enfermedades del tracto digestivo, por lo que en este caso, la pancreatitis y la descomposición pancreática no se mencionan como una causa, sino como una consecuencia de la enfermedad.
Como resultado de la autólisis, hay enfermedades de la glándula, que se manifiestan por numerosos de sus cambios, desde un pequeño edema y hasta una necrosis, desde focal hasta extenso. Sin embargo, en el 90% de los casos, la pancreatitis aún se acompaña de una descomposición menor de los tejidos, cuyos signos son edema y dolor moderado en el paciente. En otros casos, se observan formas graves de grasa o necrosis hemorrágica, acompañadas de trastornos metabólicos, acumulación de líquido en el cuerpo y algunas otras patologías, hasta un resultado letal. Como regla general, la pancreatitis oportuna y correctamente tratada no conduce a ninguna consecuencia negativa y las funciones del páncreas se restauran por completo. Sin embargo, en presencia de pancreatitis crónica, pueden persistir eventos residuales, como resultado de lo cual se violarán algunas funciones de la glándula, además de que puede haber exacerbaciones ocasionales.