En el diagnóstico de la pancreatitis aguda o crónica durante varias décadas se han investigado varias pruebas, cuyos indicadores confirman o refutan el diagnóstico. Lo primero que el médico tratante que examina al paciente con sospecha de un proceso inflamatorio en la glándula pancreática debe prestar atención es probar las indicaciones de la prueba de amilasa.
La inflamación aguda provoca un aumento en la amilasa de 10 a 30 veces. Detectar su alto contenido en la sangre o en la orina puede ser ya un plazo de seis horas después del primer ataque, durante el día, que alcanza un pico, y sólo a partir del segundo día, con sujeción a la terapia se reduce gradualmente, rebota por 6 días. Para obtener indicaciones más precisas, se recomienda realizar análisis diarios de orina.
Cabe señalar que el nivel de amilasa no es informativo en la pancreatitis crónica, en este caso estudiado indicadores pancreático para la actividad de lipasa( verificado por el suero de la sangre).Este diagnóstico tiene una sensibilidad más alta y es una confirmación precisa de la presencia de inflamación del páncreas, que se diagnostica en el caso de un aumento en el nivel de lipasa 5-10 veces. El aumento simultáneo de lipasa y amilasa en el suero sanguíneo en el 98% de los casos es consecuencia de la pancreatitis aguda.
No menos importante para confirmar o refutar el hecho de la inflamación del páncreas es determinar el nivel de elastasa. También es importante que este nivel permanezca elevado no solo al comienzo de la enfermedad, sino que persiste durante varios días después del primer ataque( incluso si no se produjo después).
Cabe señalar que estas glándulas rpodzheludochnoy datos no sólo son importantes para el reconocimiento de la enfermedad, pero también juegan un papel importante en la determinación del tipo, complejidad del panorama actual y potencial de una violación.
El páncreas, además de todas sus otras funciones, es la única fuente de educación en el cuerpo de tripsina. Un aumento en su nivel en la sangre indica una exacerbación de la inflamación crónica, a menudo asociada con gastritis o úlcera duodenal.
Con bastante frecuencia, se requieren varios estudios para confirmar el diagnóstico, especialmente si algunos de ellos son inexactos o insuficientemente informativos.
¿Cuándo y a quién mostrar el páncreas?
Hay situaciones en las que el páncreas siente dolor. En la mayoría de los casos, esto se debe al proceso inflamatorio, que puede manifestarse tanto de forma aguda como crónico. Al menor dolor, el páncreas debe mostrarse a un especialista para excluir la pancreatitis y prevenir la oncología.
Pero, ¿cómo sabes si el dolor está en el páncreas? Por lo general, el dolor se siente en la parte superior del abdomen y alrededor del ombligo. Cuanto más extenso es el proceso inflamatorio, más intenso es el dolor, que está envuelto en la naturaleza; esto significa que se siente incomodidad en la zona posterior y no solo en la cavidad abdominal. Por lo general, el dolor se intensifica después de comer. Este síntoma puede indicar pancreatitis, con él también están presentes pesadez en el abdomen, distensión abdominal, náuseas y vómitos, lo que mejora aún más el dolor y empeora la condición.
Eso es con tales ataques, el páncreas debe mostrarse a un especialista competente que, sobre la base del examen y el análisis, establecerá el diagnóstico correcto y prescribirá el tratamiento adecuado.