Uno de los tipos más peligrosos de lesiones patológicas del estómago es una úlcera callosa. De hecho, es una herida abierta que no cicatriza, cuyos bordes y fondo están cubiertos de tejido cicatricial. Prácticamente no cede al tratamiento, se exacerba constantemente y con frecuencia adquiere un carácter maligno, es decir, degenera en una formación cancerosa. Según los datos estadísticos, cada tercer paciente que padece una úlcera callosa es un paciente potencial de una clínica oncológica.
Casi siempre la úlcera callosa del estómago se acompaña de no pasar sensaciones dolorosas, aumento de la secreción, anemia( anemia), digestión y metabolismo en el cuerpo. Las exacerbaciones ocurren independientemente de la estacionalidad y el estilo de vida de una persona. El tratamiento de la patología con agentes terapéuticos no produce ningún resultado, ya que la cicatriz del tejido conectivo osmolar no puede regenerar la membrana mucosa.
Diagnóstico y tratamiento de la úlcera callosa del estómago
A veces es posible diagnosticar la presencia de palpación de úlceras en la piel. La enfermedad se manifiesta en forma de un pequeño tumor localizado en la región de pequeña curvatura o las paredes del estómago. El diagnóstico de rayos X revela un nicho similar a un cráter con bordes de omozolle que, cuando se palpan, no cambian su forma. Sin falta, la clínica realiza el procedimiento de fibroadastroduodenoscopia y biopsia de los bordes del área afectada, lo que permite determinar la presencia o ausencia de malignidad.
En casi todos los casos, el tratamiento de la úlcera callosa del estómago se lleva a cabo solo mediante la realización de una operación. Las medidas terapéuticas, por regla general, no producen resultados tangibles, incluso si los medicamentos vasculares que mejoran el proceso metabólico en las células afectadas están conectados. La mayoría de los gastroenterólogos no se arriesgan a experimentar con medicamentos, ya que hay una alta probabilidad de una úlcera en el cáncer gástrico.
Para prevenir que la enfermedad se convierta en crónica, y luego en una forma insensible, se lleva a cabo una terapia de erradicación preventiva-terapéutica. Se basa en la alternancia de antiseretolíticos y antibióticos. También es extremadamente importante seguir la dieta y bajo la supervisión del médico tratante para tomar los medicamentos que activan el proceso de regeneración del epitelio mucoso, lo que acelera la curación.